Hola guapetonas!! ¿Cómo estáis? ¿Habéis empezado el lunes con energía? Pues yo más o menos, si no fuese porque a veces soy un despiste con piernas :P . Normalmente soy bastante previsora y rara vez me quedo sin mis cosméticos imprescindibles, pero ayer comprobé que se me había terminado el tónico facial y que no tenía otro ¡me pasé 2 horas rebuscando en mi neceser de reserva).
Ante tal catástrofe, eché mano de mi ingenio e improvisé. ¿Queréis comprobar el resultado? Pues seguidme y os lo cuento…
Por suerte, tenía los ingredientes básicos para elaborar mi tónico: té verde (rico en antioxidantes) y camomila (con propiedades calmantes) y, por supuesto, ¡agua mineral!
¿Qué necesitamos?
- Una botella vacía (he reciclado la del tónico para este experimento)
- Una bolsita (o 2 gr.) de té verde
- Tres bolsitas (o 8gr.) de camomila
- Unas gotitas de jugo de limón (sólo si tenéis la piel grasa o queréis aclarar la piel)
- Un cuenco
- 400 ml. (aprox.) de agua mineral (tened en cuenta que en cualquier infusión el agua se evapora y tendréis menor cantidad que al principio)
Preparación...
- Hervimos el agua mineral en 2 cazos
- Infusionamos el té verde (2 minutos) y la camomila (9 minutos)
- Añadimos las infusiones y el jugo de limón, si hemos decidido usarlo, en un cuenco, y mezclamos bien todos los ingredientes
- Añadimos la mezcla en la botella y
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